No seré yo precisamente un defensor del grafiti. Sobre todo de ese
llamado grafiti que no es más que una serie de firmas horrendas,
tipografías horteras o simplemente un par de rayones con pinturas.
Es
curioso que cuando fui a Berlín hace un par de años, pensaba
encontrarme una ciudad llena de garabatos por todas partes, pero
curiosamente, me encontré con un arte callejero que además en general,
esta protegido y respetado por el resto de grafiteros. Grandes murales,
que ocupan el lateral de un edificio o simples dibujos curiosos que
hacen florecer una sonrisa o recordar nuestras miserias.
Aquí en España y sobre todo en Madrid, que es donde resido, los hay de todo tipo. Son más los que critico que los que admiro.
Seguidamente
os muestro lo que una persona como yo , que repito que no soy un fiel
seguidor del grafiti, le ha llamado la atención en las ultimas semanas.
Donde algunos demuestra su destreza en el dibujo es en garajes o encargos
para campañas de publicidad. Al menos hay que reconocer que
mejoran lo que serian simples cierres de negocios u horribles puertas de
garajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario