Yo quiero hacer hincapié sin embargo en la Café. La verdad es que es un sitio curioso. Es como trasladarte a un cabaret de Berlín, pero eso si, pudiendo comer un salmorejo o un plato combinado a mediodía.
El local hace las veces de cafetería restaurante, no solo para el personal, que trabaja en las instalaciones, sino que cualquier visitante o persona que este por el entorno, puede hacer uso.
Sin embargo, un poco antes y después de las funciones del cercano teatro, es cuando recupera su verdadera función. Ambigú, bar de copas, Café-Teatro, como quiera que se quiera llamar. Eso si con toda la estética industrial que comparte con toda la instalación de este antiguo matadero, que probablemente sea una de las mejores recuperaciones de edificio industrial que se ha realizado en Madrid en los últimos años.
Desde el café, se puede acceder a las gradas del cercano teatro, a través de una galerías que bien parecen sacadas de una película de Ciencia Ficción
La carta, como se puede ver, sigue la línea urbanita-industrial que tienen todas las instalaciones.
Recomendable su visita por su puesto.
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